La naturaleza exterior cobra vida en el interior

Comenzamos un nuevo año, y aunque pareciera que todo sigue igual, estamos renaciendo desde nuestro interior, como el ave fénix. Y es que después de haber soportado por más de dos años de forma colectiva a nivel global, la incertidumbre y el caos de una pandemia, nos aferramos más que nunca a nuestro refugio. En el interiorismo se está dando lugar a un enfoque muy personal, volviéndose menos sobre lo que está de moda y más sobre la expresión personal y las necesidades más humanas, desdibujando las líneas entre estilos decorativos.
Lo que si perdura para este año 2022, es el amor del consumidor por los esquemas de colores naturales, como los verdes, los azules relajantes y los tonos tierra, al igual que las formas orgánicas como flores y hojas. Dicha tendencia no es al azar, ya que las investigaciones han demostrado que dichos elementos ayudan a reducir el estrés, disminuir la presión arterial y el ritmo cardiaco, aumentar la productividad y nos hacen sentir más felices.
Por eso, nuestro portafolio textil viene cargado de telas velvet con colores inspirados en los paisajes montañosos, con tonos verde pino, verde eucalipto y musgos profundos, al igual que tonos terrosos en una amplia gama de beiges y colores cafes con estampados sutiles pero llenos de detalles orgánicos, que combinados con materiales naturales como la madera, las piedras de vetas predominantes, motivos florales y hojas, brindan un perfecto equilibrio entre la calma, la frecura y la creatividad, para los espacios interiores.

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